El Día de San Valentín es una fecha que odié por muchísimos años. En el tiempo que viví en México, exceptuando un plazo de 6 meses, nunca fui demasiado afortunado con el sexo opuesto, dado que normalmente las que me gustaban a mí no me correspondían o viceversa. Además, durante la mayor parte de mi adolescencia la verdad es que fui bastante torpe en mis relaciones con el sexo opuesto (estaba muy verde) así que naturalmente cada vez que llegaba este día estaba yo con unos nervios o una depresión de absoluto espanto. No fue hasta que tuve mi primera novia, a eso de los 16 años, que pude medio superarlo, aunque después de terminada la relación, volví a la misma tónica.
No fue hasta tiempo después, ya en una relación más formal, que pude pasar página y entender que es un día como cualquiera. El amor no es cosa de un día, el de verdad es de toda la vida.
Que onda tocayito!! jejejejee!! Pues gracias x pasarte, y coincido contigo.. odio los 14 de Febreros – ya que no tengo pareja- pero además porque es demasiado ñoño este día. Por mas que uno lo vea como un dia cualquiera… hay globos por todas partes, corazones y rosas… en la radio programan música melosa y todas esas cosas dulzonas. Arghh!
Como es en Bélgica este ñoño día?
Saludos!! y pasate seguido por aqui. Te agrego a mi Bloglines 🙂
Pues aunque no lo creas mi querido Chiva, a mi me pasaba lo mismo, y eso que te llevo chorrocientos años de diferencia y además soy mujer.
Creo que a la gente que más nos cuesta el amor, es la que más lo valoramos!
Saludos de otra congelada en Suiza!