Me encontré este artículo de Rosaura Barahona en el blog de la Chica Regia. Aunque puedo definitivamente ver que describe muy bien el entorno que dejé en México, yo no me identifico tanto.
Como mi desarrollo como adulto ha sido en su mayor parte en el extranjero, en muchos aspectos me salí del círculo de las amistades por conveniencia y el tener para presumir.
Nunca fui muy conservador en mis convicciones políticas ni religiosas y aunque trabajo durísimo, trabajo para vivir, no vivo para trabajar.
Aunque me gusta vestir bien de acuerdo a la ocasión eso no necesariamente significa tener ropa de marca ni nada por el estilo, sino seguir un estilo propio.
El dinero, más que un fin, lo considero un medio, y la gente que se preocupa por el qué dirán, la frivolidad y qué me voy a poner mañana me da la misma flojera que a ellos los problemas de nuestro país (aunque tampoco tengo idea de cómo cambiarlos y cada vez me convenzo más que no tienen remedio a menos que cambiemos nuestra cultura de raíz).
Aunque también me estreso de vez en cuando, la verdad es que he aprendido a vivir la vida mucho más tranquilamente. En el trabajo me aprecian e incluso me preguntan cómo le hago para sonreír todo el tiempo.
Obviamente, no soy ni perfecto ni nada por el estilo. No creo que conozca todas mis limitaciones, y a veces tiendo a ser demasiado tranquilo, pero estoy contento conmigo mismo y con mi entorno.
Muchas de esas actitudes ya las tenía y muchas tienen que ver con vivir donde vivo. Cada quién habla de la feria dependiendo de cómo le fue.
Aquí aunque me la paso de metro en metro me da mucho tiempo para disfrutar de mi dia, de atender a mis visitas.
Algo que el mexicano se "queja" del europeo es que son "frios" … No lo son tanto cuando se les conoce, cuando dejamos de ser simples conocidos y pasamos a ser sus amigos. En México esa calidez se interpreta en demasiada "metichez"… qué haces? dónde estás? .. eso es algo de lo que no extraño de México, el tener que pensar en el "qué dirán" .. o no?
Precisamente platicaba con mi mamá con eso de que muchos "viven para tener qué presumir" … boooooof.
Muy buen artículo.
Bueno el artículo, creo que el punto es mostrar la decadencia de la sociedad joven en México. Yo tampoco me identifico directamente, lo he visto en gente cercana y aunque si me identifiqué con lo de la juventud agotada. Trabajo y escuela al mismo tiempo, tráfico, mucha gente (pero es padre también)… Ahora que estoy también exiliada disfruto de cosas que no disfrutaba en México, como el transporte publico, la naturaleza, la gente, la vida…Las cosas materiales no son malas, pero que flojera la gente que se define por eso, cuando por dentro están mal… Como dice Ceronne, booof … Al final como dice el libro… todo es vanidad…