Andrés Oppenheimer otra vez saca un libro sobre actualidad latinoamericana altamente recomendable. Aunque en algunas cosas se nota un poco que fue escrito hace ya dos años, en general se trata de un libro que nos muestra qué es lo que han hecho los países que sí se han subido al tren de la globalización y el desarrollo y por qué Latinoamérica aún no ha hecho lo propio, con resultados mediocres.
Me quedo con tres reflexiones:
-Países como México o Argentina harían bien con seguir el ejemplo de Corea del Sur, que con un consenso político ha alcanzado niveles de desarrollo que ya quisiéramos nosotros con una tamaño de población similar.
-Sabía que Brasil se trata de posicionar como el líder de la región, pero no estaba enterado que por eso han empezado a referirse a la integración de Sudamérica en lugar de Latinoamérica (que incluiría a México, el único país que tal vez le haría sombra). Obviamente, las políticas de Tlatelolco tampoco han ayudado mucho en contrarrestar esta jugada de Itamaratí.
-El crecimiento actual de las economías argentina y brasileña, dependiente de los precios elevados de las materias primas, no es sustentable al largo plazo a menos a que decidan invertir esas ganancias en otros negocios. Si no, pregúntenle a México cuando iba a “administrar la abundancia” bajo la presidencia de López Portillo.