Para terminar en una nota alegre, checa esta historia de El Universal sobre un robo de banco fallido en la Ciudad de México. Los ladrones, queriendo perforar con martillo y cincel de una casa abandonada a la bóveda del banco, terminaron primero en un salón de fiestas pero no se dieron por vencidos. En su segundo intento, esta vez desde el establecimiento para párvulos, fueron a dar al baño del banco, activando la alarma.
Estos cuates si no hubieran nacido los habría inventado Walt Disney…