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Los cárteles de la droga en YouTube

Los enlaces pueden tener contenido gráfico no apto para gente impresionable. Favor de ejercer discreción.

Leyendo la columna de Katia D’Artigues, me enteré que los cárteles de la droga video se mandan videoamenazas en YouTube(cada link de estos cuatro es una diferente). En una versión mexicana de los gangsta rappers, un cantante de narcocorridos fue muerto por los Zetas del cártel del Golfo por cantar una canción que le encargaron sus rivales del cártel del Pacífico. Ellos se han estado peleando por la ciudad de Nuevo Laredo, Tamaulipas, durante los últimos tres años, y la situación se ha puesto muy peligrosa. A tal grado ha llegado el país.

Mientras tanto, los analistas políticos dicen que así por internet los cárteles se mandan mensajes en clave. A mí esos videos me pareció que clave no tienen, al contrario, están claritos, claritos.

Así ni cómo regresar.

Update: Ya hasta Reuters tiene la historia. Yo me la encontré en The Register.

La bloguera de 95 años

La señora María Amelia empezó su blog el año pasado, cuando por su cumpleaños uno de sus nietos se lo regaló al ver que le interesaba todo eso del internet.

Es, sin lugar a dudas, uno de los mejores blogs que he leído últimamente. No se me hace raro que le hayan hecho tantas entrevistas y ya haya salido tantas veces en periódicos de diferentes países de habla hispana.

Aquí entre nos, a mí me gustaría leer blogs de mis abuelos, de mis tíos abuelos y de los abuelos de mi mujer. Hay muchas historias que quisiera saber completas. Además me parecería muy interesante conocer más sobre sus puntos de vista sobre acontecimientos que nosotros consideramos históricos y para ellos son simplemente parte de sus vidas, y sé que no soy el único.

El mexicano errante

Me confieso chilango. Llevo casi 7 años fuera de México (prácticamente me volví adulto fuera), y he sabido adaptarme muy bien a la vida fuera de mi país, lejos de mi familia y mi gente, aunque el messenger, el skype, las visitas y las largas distancias son una maravilla. Tan bien, que no sé cuándo regrese. Le comentaba a una amiga alemana de mi clase anterior de francés (ya me cambié otra vez) que tengo tres pulseras en la mano izquierda. Una me la compré en Greenwich, en el meridiano cero. Otra es un regalo de graduación de ingeniería de mi abuelo. La última es una pulsera tricolor, en verde, blanco y rojo (o más bien, verde, gris y rojo, porque ya está muy sucia) que me compré en el Zócalo del D.F. justo antes de partir en el 2000. Mi idea entonces era (muy romántico yo) que me quitaría esa pulsera cuando regresara a México a vivir. Cuando le dije la historia a mi amiga me quedé pensando que aún no sé ni le veo para cuándo me la voy a quitar.

Aunque Europa creo que ya la conozco relativamente bien (aunque me falta buena parte de esa área entre Alemania y Rusia que ya no sé si llamar Europa Oriental o Europa Central), del Lejano Oriente sólo conozco un país, de Medio Oriente dos, de Sudamérica tres, de África ninguno y de Oceanía tampoco. Quisiera ver más mundo antes de regresarme a mi tierra, porque sé que cuando regrese para establecerme va a ser muy difícil para mí volver a salir. O quién sabe.

El Fogoncito va a China

La cadena mexicana de taquerías El Fogoncito ha decidido abrir sucursales en China. Yo me pregunto, ¿cuánto tiempo tardará antes de que salgan fotos de versiones piratas en Pinches Chinos?

Disclaimer: No estoy de acuerdo con algunas actitudes del site anterior que podrían ser interpretadas como racistas.

Actualización: Las fotos en Flickr. Como la de abajo. ¿A poco no se les antoja?


Fogoncito, Inauguracion 092, originally uploaded by CRoberts.

Current Mexican rock scene

Another article in the Rock en Español series.

In the last 6 years there has been an explosion of so-called indie rock bands in Mexico, giving it a very active scene. As has been the case before, some bands from other countries have also been performing in festivals such as the Vive Latino or Rock en Exa.

The rock scene in Mexico had been strongly supported in Mexico City with magazines such as Rock and Roll and radio stations such as the defunct Rock 101, Radioactivo and now Reactor. The latter released during the past two years a series of until now 4 EPs with the independent bands they have given airplay to called “¿Cuál es tu Rock? Mi primera caja de música” and they have been warmly received by a young public avid of new music. I have them all and heartily recommend them.

The bands included are (all are links to their Myspace profiles, where you can listen to their music):

Funnily enough, not all of them are Mexican, and neither do they all sing in Spanish, but that’s the kind of music that has been making the rounds there in the past couple of years.

More background on the current indie scene from El Universal.

Mi maestra de francés

Los cuatro lectores (Catón dixit) de este blog desde el principio saben que soy un adicto a los idiomas. Sin embargo, últimamente me he sentido bastante falto de entusiasmo en mis clases y aprendizaje de francés (idioma en el cual leo bien, escribo a un nivel básico y hablo de manera fatal, aunque medio se me entiende). Después de un concienzudo análisis, me dí cuenta de que lo que no me gusta de mis clases de francés es la maestra.

Vayamos por partes (como diría Jack el destripador). Esta no es ni la primera ni la segunda ni la tercera vez que estoy estudiando una lengua que no es la materna, ni la primera vez que estoy estudiando dos idiomas al mismo tiempo (en orden cronológico he pasado por clases de inglés, alemán, italiano, finés, portugués y ahora francés y neerlandés, además de mi amado español mexicano chilango), y a lo largo de este tiempo me han tocado maestros malos, maestros buenos, maestros buena onda, maestros estrictos y maestros barcos entre otros, pero nunca me había tocado un maestro (maestra, en este caso) sarcástico.

Después de hacer el examen de colocación, me dijeron que me podía saltar el primer nivel (que dura un año) a lo que podríamos llamar Loditos II. Empecé con una maestra pero por cuestión de la maestría tuve que cambiar horario, con lo que me tocó la actual. Con ésta tal parece que no me congracié mucho dado que cuando nos preguntó en la clase cuál era nuestra experiencia con la lengua de Voltaire yo simplemente contesté “Ninguna, pero estoy leyendo De la guerra (von Clausewitz) en francés”, lo cual parece que no le cayó muy en gracia. De tal manera que cuando me toca leer algún texto o hablar sobre algún tema, no sólo me corrige (que a eso va uno, a que le enseñen y lo corrijan), sino que lo hace de una manera, digamos, poco profesional como (al haber cambiado el sexo de un sustantivo por error) “¿Qué? ¿Ya lo volviste transsexual?” o (en un examen oral, donde expliqué que estoy comprometido) “La única manera en la que vas a mejorar es consiguiéndote una novia francófona” (y uno nada más pensando “¿Y qué ______ te acabo de explicar?”).

Lo peor del caso es que creo que fuera de ese detallote es una maestra bastante buena y estoy seguro que he aprendido bastante, pero no la soporto, y la verdad es que ni ganas me dan de practicar mi francés fuera de clase, con lo cual no avanzo como quisiera. En realidad estoy muy desmotivado al respecto.

Lo bueno es que no hay mal que por bien no venga. Por razones de calendarización de la maestría, voy a tener que cambiar a otra clase otra vez, así que espero que me vaya mejor (si me pudieran mandar con la primera maestra que tenía sería excelente).

Pesadillas en aeropuertos

Inspirado por la última odisea de Ceronne (el cual ya se encuentra sano y salvo en Francia), me acordé de varias de mis aventuras en aeropuertos durante los viajes que he tenido la oportunidad de hacer.

De la que más me acuerdo es de una que también me pasó con Delta, en un viaje Helsinki-Londres-Atlanta-México, D.F. Teniendo un boleto de viaje redondo con validez de un año, al efectuar el viaje de vuelta cuando llegué a Atlanta me dijeron que “qué pena, su vuelo ya no existe”. Para no hacerles el cuento largo, después de dar dos vueltas de un lado al otro del aeropuerto, donde me rechazaban en cada mostrador (“No joven, es el que está por allá”), por fin me encontré con un paisano en uno de ellos que por fin me echó la mano, y me dio un pase para abordar mi vuelo final, para el cual tuve que correr como desaforado. Lo más sarcástico de todo es que mi vuelo a México salía a dos salas del vuelo del que había llegado de Londres.

En otra ocasión, íbamos a México para pasar Navidad, volando Helsinki-Frankfurt-México, D.F. Cabe mencionar que esa es mi ruta preferida para cruzar el charco puesto que es bastante directa, y aunque el servicio de Lufthansa no es el más amable ni el hub de Frankfurt el más bonito, es definitivamente funcional. Ese año había habido unas tormentas de nieve espantosas en toda Centroeuropa, y desde que nos documentamos en nuestro vuelo desde Helsinki sabíamos que no íbamos a llegar a nuestro vuelo a México (cabe mencionar que las filas eran inmensas, y al contrario de lo que pasa normalmente, había gente tratándose de meter, por lo que casi organizo una gresca). Al llegar a Frankfurt nos encontramos con lo esperado: el avión a México ya se había ido, pero también con lo inesperado: Lufthansa no nos quería ofrecer alojamiento porque “sabíamos a lo que nos ateníamos”. Después de mucho discutir, nos mandaron a un hotel donde pasamos la noche, y al día siguiente pudimos tomar el vuelo al D.F. sin problemas. Lo más chistoso de todo esto es que nos habían ofrecido quedarnos en Bruselas y esperar el vuelo del día siguiente, pero fue mejor que no lo hicimos porque nos habríamos perdido la oportunidad de pasar Navidad en México.

Con los agentes de seguridad y migración, normalmente no me pasa gran cosa. En Heathrow siempre me han tratado bien, en E.U.A. no me la han hecho más de tos que lo normal (ojo, antes del 11/IX/2001) , y en Japón hasta me sonrieron. Lo chistoso es cuando entro a Schengen, ya sea por Frankfurt o por Helsinki, donde aunque hablara finés siempre les tenía que decir dónde trabajaba para que me dejaran pasar, mientras Amsterdam, Viena y París siempre han sido bastante tranquilos. Bueno, todo esto se quedó corto cuando fui a Israel. El problema incluso no fue la entrada (aunque tenía un sello de los Emiratos Árabes Unidos, para ellos no fue mayor cosa, el problema va a ser cuando vuelva a ir a un país árabe), sino la salida. Al salir, pasamos por dos retenes donde tuvimos que enseñar el pasaporte antes de entrar a la terminal del aeropuerto. Antes de llegar al mostrador de documentación, tuvimos que pasar otro control con un militar donde nos hizo preguntas durante al menos quince minutos, en el que le puso a mi maleta y mi pasaporte la espantosa calcomanía violeta. Después, a mi maleta la pasaron por un detector de rayos equis del tamaño de una máquina pequeña de inyección de plásticos (de como 8 metros de longitud). Inmediatamente después, tuve que abrir mi maleta, y sacar todo lo que tenía para que le hicieran un análisis de explosivos (donde pasan un paño por la maleta y lo meten a un analizador para ver si tienes algo raro). Después de eso, pudimos hacer nuestra documentación y seguirnos hacia la terminal. Para entrar a la terminal, tuvimos que pasar por otro chequeo de seguridad, y como yo tenía la espantosa calcomanía violeta (soy moreno y joven, terrorista seguro, jajajaja) pasé por seguridad extra fuerte otra vez. Ahí me hicieron que me quitara los zapatos y el cinturón, y me hicieron varias pregutnas sobre lo que traía (equipos, los cuales les empecé a vender por si les interesaba). Cuando vieron que no los estaba choreando, me dejaron pasar. Yo lo tomé como venía todo el tiempo y fui bastante amable y cortés, pero ahora que lo pienso, sí estaba canijo.

Total, después de estas tres aventuras, ahora que regresé de Bruselas y tuve que esperar varias horas en Munich (al ver que no llegaba a mi conexión, la aerolínea me cambió de vuelo y me imprimió otro pase de abordar automáticamente) la verdad es que fue muy, muy leve.

El Laberinto del Fauno (Pan’s Labrynth)

The last of the three movies by Mexican directors being released at the end of 2006. I’m still undecided which one I like the most, Children of Men, Babel, or this one. All of them are beautiful, but I have to give a lot of credit to Guillermo del Toro for such a vivid imagination and such a beautiful photography throughout the film.

I’ll buy all three, and surely hope all of them win Oscars.